miércoles, 30 de julio de 2008

De los 19 partidos del campeonato, no sé si River jugó uno bien

El Negro retoma el duelo del receso y, como Ischia y Palermo, atiende a la contra: "A la gente no la vi festejar mucho, su paladar está acostumbrado a otra cosa". También habla de su retiro y de la urgencia de ganar algo.

Cuando Hugo Ibarra tiene ganas de contar cosas da gusto escucharlo. No sólo cuando comparte apasionadamente su mirada sobre la Argentina y sus miserias, sino también cuando pone el ojo en lo futbolístico. En su Boca, en el futuro inmediato, en lo que le espera más allá en su vida... Justamente, a la vuelta de la pretemporada y amistosos en Estados Unidos y México, en el regreso del calor al frío, el Negro se entusiasma con la charla con Olé y dice...-¿Pensaste en retirarte de verdad cuando no arreglabas el contrato o fue sólo un amague?-No es que amagué... Pero sí se me pasó por la cabeza querer disfrutar mucho más tiempo con mis seres queridos. Y el fútbol no te da ese tiempo. Y más en el fútbol argentino, que tenés 15 días de vacaciones, muchas competencia... Y encima un año en Boca es jugar tres años en otro club. El desgaste mental y psicológico es así. Entonces el jugador de Boca tiene que estar preparado para eso, porque Boca empieza jugando el torneo, la Recopa, la Sudamericana... Y la exigencia es la máxima en cada torneo. No podemos decir: "Vamos a dejar de lado este torneo o este otro". No. Hay que ganar todo. Y llegando a diciembre, se hace una bola que estás recontra saturado de las exigencias. No es la primera vez que me pasa ese stress. No pasaron diez días que ya tenemos que empezar de nuevo. Y eso es Boca y el fútbol argentino. Por un lado está bien, pero por el otro es un poco peligroso. Y además a esta edad uno quiere pasar más tiempo con la familia y los amigos. Pero en ningún momento dije: "Voy a dejar". Uno, a medida que pasan estas cosas, va alimentando las ganas de pensar si llega el momento. Pero tengo un año más y cada año que firmo es para dejar todo. Luego, en junio, veremos... En mi pensamiento está el de conseguir más triunfos.-¿Y luego qué? Técnico, empresario, dirigente...-Siempre digo que a veces la función de técnico tiene que esperar un poco más tras el retiro. Alejarse del fútbol, bajar los decibeles, disfrutar de los amigos y la familia... Y lo que siempre pienso es poder ayudar a los chicos a llegar a Primera, porque sobre todo los que vienen del Interior no tienen contención... Están desprotegidos. Hoy entrás a Boca, ves a un chico de Séptima y ya tiene un empresario. Yo a los 17 no sabía lo que era un representante. Sólo una vez tuve uno para hacer mi primer contrato en Colón y me cobró el 10% de lo que iba a ganar. Cuando le tuve que dar esa plata, sabiendo lo que necesitaba ese dinero mi familia, me quería matar... Y dije nunca más. Por eso el día de mañana me gustaría trabajar en Boca en ese sentido. Decirles a los chicos que no necesitan tener empresarios a esa edad sino preparación mental, inculcarles la idea de jugar al fútbol como deporte... Alguno llegará y otro no. Pero no tienen que ir a Boca con un empresario a los 14 años. Yo eso no lo acepto. Vení a Boca por amor...-¿Hoy se aprovechan de los juveniles?-Siempre se aprovecharon. No digo que todos sean iguales, pero los empresarios son muy vivos. Yo creo que lo más honesto del fútbol es el jugador, pero está metido en una jungla de lobos que a veces se lo come. O no lo asesoran. Me acuerdo el caso de Adrián Guillermo, que apuntaba a crack mundial y terminó tirado. Por eso también tiene que ver con otras cosas.-¿Qué te genera ver a un pibe que va a practicar en un Audi y con un bolso Louis Vuitton?-Yo a esa edad iba en bondi o con un compañero. Ahí uno trata de hablarles. Hay jugadores que te van a escuchar y otros que por más que les hables una hora no te escuchan. Por eso, con esa mentalidad, lo más probable es que más que como estrellas terminen estrellados a pesar de que tengan condiciones. Y pasa seguido en el fútbol, porque hay poca preparación cultural y formación. -Te traigo a la realidad de Boca. ¿Tienen más urgencia que nunca en este semestre? -Cada torneo que pasa es mayor la urgencia, ja. Y esto lo hablo en términos de risa, pero es así. En lo personal, fuera de broma, quiero ganar un torneo. Pero sin sacar la cabeza de lo otro que hay que jugar. De la última Copa que ganamos pasó un año... Y me acuerdo que en ese momento también teníamos la urgencia de ganar un torneo local y salimos campeones de América. Eso es lo que genera este club. Y es lindo, porque tenemos mucho por jugar y con algo nos vamos a quedar. Lo feo sería jugar uno solo y no ganar nada.-¿Cómo te cayó que River festeje tanto su título?-¿Tanto? ¿Te parece? La gente de River no festejó tanto... Hay que ser objetivos con lo que uno ve y dice. Yo tengo amigos de River y realmente no los vi festejar mucho, porque el paladar de ellos está acostumbrado a otra cosa. De los 19 partidos del torneo no sé si River jugó uno bien... Y mis amigos de River te lo dicen así. No están satisfechos. Y lo digo sin desmerecer a un club que salió campeón.-Suena a llanto...-No, yo no lloro. El que gana, algo mejor que el otro tiene. A mí me dolió mucho quedar afuera de la Copa jugando como jugamos. De hecho, cuando quedamos eliminados, volvimos a jugar en el campeonato y demostramos un buen fútbol. Así me gusta jugar y ganar los títulos. No le quito mérito a la gente de River, está bien que festeje, pero por ahí hago eco de los que dicen mis amigos de River. Pero eso no responde al paladar. Hoy tenemos revancha nuevamente y vamos a luchar por un campeonato.-La preparación física fue excelente. No tienen excusas, ¿no?-No hay ninguna excusa. Creo que hice una de las mejores pretemporadas de mi vida. Trabajamos 15 días de corrido, sin partidos, jornadas largas... -¿La Recopa es una preocupación? Suele condicionar el semestre...-No, porque la jugamos en la Argentina. Con Arsenal, que es un equipo difícil, último campeón de la Sudamericana, pero lo bueno es que la tenemos al inicio de la competencia y no a mitad de torneo. -¿Están bien? Se fueron varios y no llegó nadie.-No me preocupa porque subieron algunos chicos muy buenos y tenemos jugadores excelentes. Para mí, en líneas generales, es el mejor equipo de la Argentina. Tenemos seis meses para demostrarlo. No somos el Boca del 98, pero tenemos cuatro o cinco grandes en diferentes líneas y chicos que hoy valen 10.000.000 como Monzón. Y cuando empiecen a hacer goles Noir, Chávez, Viatri...-¿Y cómo ves a Ischia?-Carlos tiene una experiencia grande. Vos lo ves y pareciera que hace tres o cuatro años que está dirigiendo el club. Sabe lo que se necesita y cómo hay que trabajar. Lamentablemente no se pudo ganar la Copa, que encima la estábamos jugando diez veces mejor que cuando la ganamos, pero no se logró. Ahora vamos a tener revancha. Y ojalá le podamos dar el título que todos necesitamos. El como técnico de Boca y nosotros como jugadores. Por eso, haremos todo lo posible...

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