miércoles, 24 de octubre de 2007

Russo debe ganar el Mundial de Clubes para quedarse en Boca Juniors

Si en julio se hubiera cuestionado la permanencia de Miguel Ángel Russo en Boca Juniors habría sonado absurdo. El conjunto 'Xeneize' venía de conseguir la Copa Libertadores de América y le peleó hasta el final el título del torneo de Clausura a San Lorenzo.

Pero hoy, la cosa es diferente. Boca Juniors atraviesa por un período peculiar. A fin de año se realizarán elecciones para la presidencia del club, que por largos años a estado en poder de Mauricio Macri, y por lo mismo el futuro es incierto., informó Prensafutbol.

Incluso para el técnico, a quien se culpa de la regular campaña del conjunto bonaerense en el segundo semestre. Haber perdido el clásico ante River Plate fue un golpe bajo para la hinchada, y si a eso se suma el haber conseguido un sólo punto en los últimos dos encuentros y estar a tres unidades de la punta del campeonato, se alcanza a entender la situación del estratega.

Por eso tiene una suerte de ultimátum no oficial. Nadie lo ha dicho de forma explícita, pero las exigencias que tendrá Russo para cerrar la temporada son mostrar una mejoría sustancial en las cinco fechas que quedan por el campeonato argentino, y por cierto, ganar el Mundial de Clubes a disputarse en diciembre en Jápón.

“Todavía tenemos la mente en el Apertura y no en Japón”

El entrenador de Boca Juniors, Miguel Angel Russo, aseguró que el plantel "xeneize" no está pensando todavía en el mundial de Clubes de Japón "porque tiene chances en el torneo Apertura", pese al magro empate de hoy con Estudiantes que lo siguió alejando de la lucha por el título.

"A Boca le dolió mucho el gol de entrada que convirtió Estudiantes y recién se pudo acomodar después de los 25 minutos. Es que ellos apostaron al contraataque y a nosotros nos costó tener claridad en los últimos metros", reconoció Russo.

"Pero Boca buscó siempre, fue al ataque, y eso es lo que rescato como positivo del equipo. Aunque lamentablemente nos apuramos en los metros finales y no pudimos desnivelar", admitió el técnico.

Sobre la actuación del uruguayo Alvaro González, que fue titular, Russo confió que le gustó "y por eso va a ser titular con Racing, el próximo partido".

"Creo que Boca mereció más de lo que obtuvo porque fue el que siempre buscó el partido. Pero Estudiantes supo defender la ventaja y al final se terminó aferrando al empate. Lo que tenemos que hacer es serenarnos y no volvernos locos, porque estamos vivos en el campeonato", enfatizó.

"La actitud está y eso se vio en el segundo tiempo, porque lo jugamos siempre en el campo de Estudiantes. Nosotros estamos pensando en mejorar en este campeonato y no tenemos todavía la cabeza puesta en Japón", completó.

Por su parte el experimentado lateral derecho Hugo Ibarra reflejó las palabras de su técnico al insistir en que "las esperanzas de seguir peleando por el título siguen ahí".

"Hoy merecimos el triunfo, porque en el segundo tiempo siempre jugamos en campo de ellos. Pero no faltó en los últimos metros. Igual estamos confiados en levantar el nivel", aseguró.

Finalmente, en el vestuario visitante de la Bombonera el delantero Ezequiel Maggiolo sostuvo que "llevarse un punto de la cancha de Boca siempre es importante".

"Nosotros nos tiramos atrás en el segundo tiempo porque Boca nos apretó mucho, pero al final conseguimos este empate, que es un buen resultado para Estudiantes", apuntó.

Martín Palermo: "No soy menos que los delanteros del Milan"

Para muchos, la carrera futbolística de Martín Palermo debería ser llevada al cine. Y quizás tengan razón. Porque para que el Loco llegara a ser el referente que es hoy del popular Boca Juniors, debió pasar mucha agua debajo del puente...

Palermo nació en La Plata el 7 de noviembre de 1993 y se inició en las categorías menores de Estudiantes. En 1992 hizo su debut en Primera, pero recién un año después marcaría su primer gol, entablando un romance con la red que todavía perdura. Sin embargo, fue en el segundo semestre de 1995 que su carrera daría vuelco de 180º.

Luego de aportar poco para que Estudiantes regresara a la máxima categoría, Palermo apenas si era tenido en cuenta por la dupla que entrenaba al Pincha aquel momento. De hecho, una diferencia económica evitó que el centrodelantero de 1,87 metros pasara a préstamo a un club del ascenso. Vale aclarar, a esta altura, que uno de aquellos entrenadores era el mismo Miguel Ángel Russo que hoy le da la capitanía de Boca.

Palermo se quedó, llegó un nuevo director técnico y con él, la titularidad a fuerza de festejos: fueron 32 en dos temporadas, que le valieron su pase a Boca en 1997. Con Carlos Bianchi en la banca, el Loco se cansó de hacer goles, ya sea de cabeza, su fuerte; con zurda, su pierna hábil; o de derecha, con más fortuna que precisión. "Martín es un optimista del gol", lo definió el mismo Bianchi.

En 1998 convirtió 20 en 19 fechas, récord vigente en torneos cortos. En 1999 sufrió una seria lesión, pero volvió a jugar contra River por los cuartos de final de la Libertadores: anotó un gol en el 3-0 con se saldó aquel clásico. Ese mismo año, con la selección nacional, falló tres penales en un partido ante Colombia por la Copa América. Uno más tarde, sin embargo, llegó su consagración, al anotar los dos tantos con los cuales Boca derrotó al Real Madrid en la final de la Copa Intercontinental 2000.

A su paso sin éxito por España le siguió un regreso triunfal a Boca: desde 2004, dio seis vueltas olímpicas -entre ellas, la Libertadores de este año-, se transformó en el máximo goleador en actividad del fútbol argentino y va por el título de máximo artillero en la historia de Boca. La máxima figura que llevará el xeneize al Lejano Oriente habló en exclusiva con FIFA.com: Luz, cámara... ¡Acción!

Señor Palermo, ¿qué significa para usted volver a Japón a disputar el Mundial de Clubes?
Un torneo y un objetivo muy importantes, tanto para mí como para todos nosotros. Será una nueva experiencia ya que nunca la jugamos con este formato, pero trae buenos recuerdos para los que ya vivimos una Intercontinental. Para aquellos que tendrán su primera vez, será importante que lo valoren por la importancia que tiene para el club y para ellos.

¿Cuántas veces ha visto sus goles al Real Madrid en la final de 2000?
¡Muchas! Me los han hecho ver en infinidad de oportunidades, pero uno no se cansa nunca, ya que es un recuerdo muy lindo, algo único, que no pasa todos los días. ¡Por suerte, cada vez que los miro la pelota sigue entrando!

¿Qué cualidad de aquel equipo será indispensable este año si Boca quiere coronarse otra vez en Japón?
Sin dudas, el convencimiento que teníamos de que podíamos ganar la final ante el Real o ante el equipo que se nos plantara adelante. Si repetimos esa actitud, tendremos más posibilidades de salir campeones.

¿Será ese el motivo por el cual hasta ahora, los Mundiales de Clubes anteriores quedaron en manos sudamericanas?
Es difícil saberlo, son varios factores que influyen en torneos así. De lo que estoy seguro, después de haber estado en Japón y de haber jugado en Europa, es que ellos le dan la importancia que se merece. A nadie le gusta perder, y menos a este tipo de equipos.

¿Le preguntan algo sus compañeros más jóvenes sobre su experiencia previa?
Por ahora no mucho, porque estamos pensando en el campeonato local, donde debemos recuperarnos lo antes posible de la derrota ante River, que dolió y mucho. Ya habrá tiempo para pensar en Japón. Sin embargo, imagino que interiormente los más chicos saben de la trascendencia que adquiere: va más allá del país de uno, es mundial. Los jóvenes deben imaginarse la importancia que este torneo puede tener para su futuro.

Puede que le toque enfrentar a delanteros como Kaká, Ronaldo, Filippo Inzaghi, Alberto Gilardino... ¿Qué tiene usted para compararse con ellos?
Todos los que nombró son jugadores de selección, pero no me siento inferior a ninguno. Ellos tuvieron la suerte de llegar a un equipo grande como el Milan, y yo en uno grande como Boca. Sí creo que en mi capacidad y lo que he hecho en mis años en el fútbol. Con eso me basta.

¿A qué edad un futbolista empieza a jugar por la gloria?
Creo que desde las inferiores. Cuando sos pibe y jugás tus primeros partidos, empezás a soñar con cosas que podés llegar a vivir en un equipo de primera división. Si en ese momento no sentís que tenés la posibilidad de hacer algo que quede en la historia de un club, es como te falta algo. Luego la vida misma te va poniendo metas y los sueños cambian. Pero siempre buscás la gloria.

¿Le quedan sueños por cumplir con la camiseta xeneize?
Siempre quedan objetivos por alcanzar si uno se los propone, como lo es ganar el torneo local y luego el Mundial de Clubes en Japón. Es difícil no tener un sueño por cumplir cuando por delante hay competencias tan importantes. ¿A quién no le gustaría jugar la final con el Milan? Esto es Boca y acá siempre hay que querés ganar más y más. En lo individual, me encantaría transformarme en el goleador histórico del club, ya que justamente el gol fue lo que siempre me identificó con Boca.

¿Qué se siente ser ídolo en un club tan popular como Boca?
Mientras está actividad, uno nunca termina de tomar real dimensión. El hincha de Boca es muy agradecido conmigo, pero creo que lo será más cuando ya no esté.

El título mundial en Japón, ¿podría ser el broche de oro para su carrera?
Y... Sin dudas, sería importantísimo revivir, siete años después de lo del Real Madrid, todo lo que eso significa a esta altura de mi carrera... Voy a llegar con 34 años, pero no creo que un resultado le vaya a poner fecha a mi retiro.

La última: ¿la selección es un capítulo cerrado para usted?
¡Para nada! Alfio Basile me conoce de su paso por Boca, por lo que mantendré mis esperanzas como cualquier otro jugador. Pero soy realista, y ahora lo primero es concentrarme en Boca, seguir haciendo bien las cosas y aspirar a ganar otro título mundial.
(FIFA.com) Miércoles 24 de octubre de 2007